Curiosidades


Belgrano

¿Cuál fue la primera fábrica de soda en Argentina?


La soda es una de las bebidas tradicionales por excelencia en nuestro país. Podría decirse que nuestro fanatismo surgió cuando se instaló hace más de 160 años la primera fábrica de soda en Argentina.

En la simpleza de la soda radica el favoritismo de muchos argentinos y argentinas, y por eso también consumimos un promedio de 2.361 millones de litros al año.

Ante la enorme cifra, nuestro país se posiciona en el segundo puesto internacional, solo superado por Alemania que consume prácticamente el doble: 4.711 millones de litros al año.

La historia de la primera fábrica empieza en1847, cuando se montó una pequeña fábrica en un local de la calle Alsina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (que antes se llamaba Potosí).

Sin embargo, la primera fábrica de soda de tamaño industrial llegó recién en 1860, fundada por el vasco Domingo Marticorena.

A los pocos años, los hermanos Inchauspe compraron la fábrica, que tuvo tres sedes distintas.

Como no podía ser más argentina, la primera fábrica de soda se llamó La Argentina S.A. y elaboraba la famosa Soda Belgrano.

El año de cierre de la primera fábrica de soda es incierto. Pero durante décadas fue un símbolo cultural y laboral del barrio de Villa Luro, y cómo no, también de Argentina.


¿El sifón de soda es un invento argentino?

Con el correr de los años, en Argentina se difundió la idea de que el sifón de soda es un invento nacional. Y, aunque es un recipiente muy querido, no surgió en nuestro país.

Al retroceder en la historia es posible confirmar que el primer sifón, utilizado para almacenar agua de seltz (agua de seltz sale de la tierra ya carbonatada, con un alto contenido de dióxido de carbono), salió al mercado en 1775, dentro de la ciudad alemana de Niederselters.

Seis décadas más tarde, John Mathew creó el agua carbonatada en 1832 que, como ya lo hemos mencionado, se popularizó en Argentina a partir de 1860.


Funte: Billeken

Dr Pepper

La gaseosa picante que nació antes de la Coca-Cola y un siglo después sigue siendo un éxito


Dr Pepper fue creada por un joven farmacéutico en Texas en 1885. Hoy es una de las más vendidas dentro de su segmento.

Un año antes de que se creara la Coca-Cola, la gaseosa más popular del mundo, un joven farmacéutico desarrolló su propio refresco carbonatado. Esta marca transformaría en una de las más vendidas en los Estados Unidos. Hoy, 138 años después de su creación, Dr Pepper es la segunda etiqueta con mayor demanda dentro de su categoría en ese mercado. Sin embargo, aún persisten algunas dudas sobre los detalles de su origen.

Charles Alderton trabajaba en The Old Corner Drug Store, la tienda de Wade Morrison en Waco, Texas. En aquella época, las farmacias, además de vender remedios, también contaban con una fuente de refrescos de la que servían los concentrados frutales y luego los cargaban con burbujas.

Charles Alderton trabajaba en The Old Corner Drug Store, la tienda de Wade Morrison en Waco, Texas. En aquella época, las farmacias, además de vender remedios, también contaban con una fuente de refrescos de la que servían los concentrados frutales y luego los cargaban con burbujas.

Pronto los habitués de la tienda empezaron a pedir aquella misteriosa bebida. "Dame un Waco", le solicitaban a Alderton. Su popularidad llevó a que otros operadores de fuentes de refrescos le pidieran al negocio su concentrado para poder venderla. La demanda era superior a la capacidad de producción.

La idea de Alderton no era dedicarse al mundo de las bebidas, prefería continuar ligado a su especialidad. Por eso, Morrison y Robert Lazenby, un joven químico conocedor del rubro de las bebidas, fueron los encargados de desarrollar el proyecto. En 1891 crearon una sociedad, The Artesian Manufacturing & Bottling Company, que luego pasaría a llamarse Dr Pepper Company.

La nueva firma presentó Dr Pepper a nivel nacional en la Feria Mundial de St. Louis en 1904. Dos años después dejó la elaboración manual y construyó un edificio de tres pisos para embotellarla y enviarla desde ahí a todo el país. El proceso continuó desarrollándose en Waco hasta 1965, luego de que la fábrica no pudiera recuperarse de un tornado arrasador.

"King of beverages" (rey de las bebidas), era el slogan con el que se promocionaba la gaseosa. Su sabor levemente picante y frutal le permitió diferenciarse de Coca-Cola y Pepsi y construir su propia base de fanáticos.

No obstante, a principios de los 80 la empresa se declaró insolvente y un grupo inversor la rescató. Esos mismos inversores también habían adquirido a The 7Up Company y fusionaron ambas compañías en Dr Pepper/Seven Up (DPSU). Antes de eso, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) había bloqueado un intento de adquisición de Dr Pepper por parte de Coca-Cola.

Dr Pepper es la segunda marca más vendida de gaseosas saborizadas en EE.UU.

En 1995 Cadbury Schweppes y The Carlyle Group se quedaron con DPSU por u$s 1700 millones y la primera adquirió el 100% en 2006. La firma separó su negocio de bebidas para el mercado americano en 2008 bajo el nombre Dr Pepper Snapple Group y en 2018 se lo vendió a Keurig por u$s 18.700 millones.

Actualmente Keurig Dr Pepper factura más de u$s 14.000 millones, de los cuales u$s 6600 millones pertenecen a bebidas empaquetadas. Entre sus principales marcas se encuentran Dr Pepper, la gaseosa lima limón 7UP, la naranja Crush, Schweppes, la ginger ale Canada Dry y la cerveza de raíz A&


Funte: El Cronista

fanta

La historia detrás de Fanta: la crearon en Alemania porque no había Coca-Cola


La gaseosa de naranja nació en 1940 en plena Segunda Guerra Mundial.

Dentro del universo de las gaseosas de naranja, Fanta es una de las marcas más populares. Sin embargo, pocos conocen su verdadero origen. La multinacional Coca-Cola, su dueña, lanzó al mercado esta etiqueta en plena Segunda Guerra Mundial en Alemania. Y al principio la utilizaban como endulzante para comidas.

En 1923 Roberto Woodruff asumió como presidente de The Coca-Cola Company y llevó adelante la expansión internacional de la marca. Hasta ese momento la bebida cola se había posicionado como un ícono norteamericano y su experiencia en otros mercados no había colmado las expectativas.

Fanta nació en 1940 durante la Segunda Guerra Mundial por un conflicto de Coca-Cola con su filial.

Con este objetivo en la mira, la empresa inauguró 27 plantas embotelladoras alrededor del mundo. Uno de esos destinos fue, por supuesto, Alemania.

El encargado de hacerse cargo del mercado alemán fue Ray Rivington Powers, un expatriado estadounidense que se destacaba por su gran habilidad como vendedor. Al principio la filial tuvo una gran performance, pero el ejecutivo descuidó las finanzas y desde la casa matriz decidieron cambiar el rumbo.

El elegido para tomar las riendas fue el alemán Max Keith. El directivo optó por posicionar a la gaseosa insignia entre la clase trabajadora y mostrarla como un producto nacional, en lugar del "sueño americano de la felicidad" que promocionaba antes. Las ventas se multiplicaron y llegaron a comercializar alrededor de 5 millones de botellas de vidrio por año.

En aquel entonces, la dinámica entre la casa matriz y las filiales internacionales funcionaba así: cada subsidiaria era supervisada por Coca-Cola Export Corporation, una entidad que exportaba el jarabe a los distintos países. Luego, cada filial era encargada de elaborar la bebida con materias primas locales.

El avance del partido nacionalsocialista en Alemania culminó con la llegada al poder de Adolf Hitler en 1933 y la conformación del Tercer Reich. En tanto, la empresa continuó operando y, según cuenta el historiador Javier Hernández, autor del libro ‘Historias asombrosas de la Segunda Guerra Mundial', el gobierno nazi estaba interesado en nacionalizar la bebida para apropiarse de la fórmula.

Esto cambió cuando los Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial tras el bombardeo a Pearl Harbor en 1941. El bloqueo comercial contra el Eje llevó a Coca-Cola a cortar relaciones con su filial alemana. Por lo tanto, dejó de exportar su codiciado jarabe.

Con su provisión embargada y sin suministros, la fábrica dejó de operar. Pero Keith pensó que si lanzaban un nuevo producto, uno propio, entonces las máquinas podrían reactivarse.

Empezaron a experimentar con los insumos que tenían a mano, por ejemplo suero lácteo y pulpa de frutas. Así crearon una bebida similar al ginger ale. Aquella primera versión de la gaseosa no tenía su distintivo color anaranjado.

Hay dos versiones sobre el origen del nombre de la marca. Por un lado se cree que proviene de acortar la palabra "fantasie" (fantasía, en alemán), mientras que otros aseguran que es la abreviatura de "fantastisch" porque los empleados de la empresa habrían exclamado que el producto era "fantástico".

Fanta tuvo una buena recepción y logró plasmar el esfuerzo de producción en ventas. No obstante, no se comparaban con los volúmenes que movía la gaseosa cola. Incluso era utilizada como endulzante para algunos platos debido al racionamiento del azúcar

Con el fin de la guerra, la filial alemana volvió a fusionarse con su casa matriz en Atlanta, Georgia. En la sede central tomaron el invento de su subsidiaria y lo relanzaron en 1955 en Nápoles, Italia. Recién en ese momento apareció la tradicional Fanta anaranjada. Y cinco años más tarde debutó en los Estados Unidos.


Fuente: el Cronista

Consumo

Argentina es uno de los países con mayor consumo de gaseosas


El promedio es de 137 litros por persona por año. Los investigadores aseguran que el consumo de estas bebidas va en aumento.


La Argentina es unos de los países a nivel mundial con mayor consumo de gaseosas y bebidas azucaradas con un promedio de 137 litros por persona por año, indicó hoy un informe de la Subsecretaría de Bienestar Ciudadano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

“El consumo de bebidas edulcoradas con azúcar se viene incrementando de manera sostenida y nuestro país constituye uno de los principales consumidores a nivel mundial, con un promedio de 137 litros por persona por año (un aporte de 13 kg de azúcar)”, precisaron desde la Subsecretaría.

Además, en relación con un informe realizado por el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil, “la Argentina incrementó el consumo aparente de gaseosas y jugos en un 70% en los últimos 20 años”

Se estima que un adulto debe consumir entre 2 y 2,5 litros de agua, indica el estudio.

“Los alimentos aportan entre el 20-30% del agua que se consume, aunque estos valores varían según el tipo. El 70-80% restante es aportado por bebidas como agua, jugos, gaseosas, sopas, leche, infusiones, etc”, aseguró. El resto es agua metabólica, producida por el organismo.

El organismo porteño recomienda para los días calurosas beber 2 litros de agua y brinda como opción consumir aguas saborizadas caseras con combinaciones tales como limón y jengibre, pepino y limón, durazno, pomelo y romero, manzana verde y canela.